domingo, 25 de enero de 2009

¡Maldito gato maníaco!


Como aquella vez en Los Simpsons, cuando el maligno sobornante Montgomery Burns ofrece a los inspectores de sanidad la oportunidad de escoger entre diez mil millones de dólares... o la caja. “¡La caja, la caja!”, exclama uno de los ingenuos sobornados, mirada maníaca, ansiosa, derrotado por la curiosidad. Razón no le falta, porque, ¿qué demonios hay dentro de la caja?
Con la verdugo del gato juega estos días Tele 5 para promocionar su nuevo reality show, producido por La Fábrica de la Tele, previsto su estreno para el próximo martes 27 de enero. Se llama La Caja Roja, un cubículo gigante dentro del cual acontecen milagros.
Se buscan conejillos, a poder ser inestables, para meterlos en La Caja Roja y soportar los 50 minutos como máximo que se les permitirá estar ahí. Se trata del primer reality show psicológico, con el que Tele 5 pretende indagar por los sentimientos y secretos de cada concursante, haciendo aflorar sus miedos y pasiones. Todos los que ya han entrado han salido llorando.

¿Por qué somos tímidos, depresivos, obsesivos o orgullosos? La Caja Roja es capaz de responder estas preguntas a quienes se atrevan a entrar, mediante una agresiva terapia de shock, como una sopapo en la mejilla o una patada en los cojones.
Me atrae este producto por la campaña publicitaria que han desplegado y porque parece innovar dentro de un campo ya exprimido. Esto, a día de hoy, es poco menos que proeza en un negocio, el televisivo, en el que pegársela el primer día, casi significa no volverse a levantar. Cual gato maníaco, yo exclamo “¡La caja, la caja!, curioso por saber qué cosas pasan dentro de esas seis caras rojas, y cómo diablos lograrán provocar lo que dicen que provocan.

sábado, 24 de enero de 2009

El daño que os hice yo

Perdonadme, oh, fiel público, por no ceñirme a mis propias promesas y no actualizar el bloc el jueves pasado, tal como dije. Os agradezco que no hayáis cedido a los impulsos, sin duda poderosos, de ajusticiarme a base de comentarios airados y amenazas diversas.
Pero el jueves me fue imposible escribir. Las labores de nuestra ENG, nuestra, digo, de Oriol Colomines y mía, fueron peliagudas. Y la tarde temprana fue cerniéndose sobre nosotros hasta convertirse plenamente en noche.
Debíamos componer el tema del día, siendo éste, tal como su descripción indica, libre de limitaciones temáticas mientras aconteciera dentro de la jornada de trabajo. Escogimos el Nombramiento del Héroe de Barcelona, una noticia sin duda romántica, prestada para suscitar una gran gamma de emotividades. Pero no quiero entrar en detalles, por estar ya detalles lleno. Mejor lo veis en el informativo.
Cargados con la cámara y el ligerrísimo trípode a las espaldas, llegamos a la redacción de BTV, donde se celebraba el evento. Una entrevista eficaz a manos de Oriol y un stand-up, espectacular, diría yo, adornado con imposibles movimientos de cámara y divertidos juegos focales, gracias a la habilidad del que suscribe, bastaron para configurar una pieza antológica.
Se colmó el 20% de la asignatura, qué manía nos ha dado a todos ahora con cronometrar el tiempo a porcentajes, ¿eh?, se colmó, decía, el 20% del taller de televisión con el aprendizaje del manejo de los instrumentos básicos, a demás del entreno mental para buscar el plano más pertinente en cada caso.
Valoración personal: ¿ya llevamos un 20%? qué desgracia. A banda de unos pocos minutos sin nada que hacer en la redacción, de nuevo encontré una tarde llena de objetivos, que terminaron más allá de las nueve, otra vez en estado eufórico por haberlos logrado, en compañía de mi buena amiga Rosa, siempre dispuesta a ofrecerse para ayudar cuando se la necesita. Espero que la edición del lunes pueda mantener el nivel mostrado.

Y para terminar, como muestra de agradecimiento a todos los que esperabais un vídeo colgado el jueves pasado, ofrezco al mundo una de mis creaciones audiovisuales más respetadas y laureadas, contándose sus premios internacionales por centenares, siendo los más significativos el Oscar a la mejor interpretación masculina dramática de 2006, Premio del Jurado en la sección oficial de Cannes a la mejor producción europea, Oso de Plata al mejor guión original y el Cecil B. DeMille a toda una vida dedicada al séptimo arte. Disfrutadlo.



El audio original contaba con excelentes melodias sonsacadas de El Señor de los Anillos, pero los chicos de Youtube han sido implacables. Por ello, escuchais una canción mucho menos efectiva.

martes, 20 de enero de 2009

Ramón Pellicer al habla



Cual tortura china, mefistofélica y maquinadora, fueron ideados los minutos previos a un informativo. En nuestro caso, tales minutos se contaron por cuartos de hora. En el plató y en tremendo silencio, Alejandra, mi Raquel Sans v.2 mejorada, Gemma Janó, regidora, y tres cámaras con Rosa, Anna y Xavi Mo., estábamos sudando la gota, convirtiendo el informativo en motivo de suicidio. Nerviosos. Absolutamente concentrados, como un láser depilatorio. Estaba a punto de comenzar el primer noticiero televisivo que nos iba a llevar de Barcelona a Hollywood, y de ahí hasta Gaza, es decir un informativo “all around the world” que se iba a flipar la abuela. No podíamos fallar.
Y creo que no lo hicimos. A falta del visionado previsto para el jueves que viene, cuando, en modo tribunal, la clase opinará sobre la clase misma, elaboramos un informativo de media hora, por primera vez, contra viento y marea (léase servidores y servidores), que ya quisieran para ellos los de la Sexta (tengo especial tirria a esos telediarios). Personalmente no logré advertir mis fallos, que seguramente estuvieron ahí, molestos como un familiar irritante. Pero alguien me los hará saber. O al menos eso deseo.
Sé que es algo injusto autodenominarme Pellicer, pues desde luego él no tiene ni mi americana de satín ni mi elegancia natural, sin embargo, no lo hace mal del todo. Bromas aparte, quedé satisfecho de mi labor, por ahora, dado que supe qué decir en cada momento, aún equivocándome en los textos memorizados, redirigidos estupendamente por la improvisación, compañera atenta a la que envío un abrazo desde aquí.
Sobre el resto del equipo, quiero pedir disculpas por no observar sus tareas ayer, como debiera haber hecho, pero los nervios me incapacitaron para el uso inteligente de mi cuerpo, así que me moví torpe toda la tarde, deambulando errante de un lado para otro, absorto en mis frases. Prometo interés el jueves e implacabilidad en mis duras críticas. De nada. Os lo merecéis.
Mención especial para el maquillaje, que ni con jabón logré lavarlo. Después de acudir al aguarrás y al vinagre, acabé solucionando el tema con ácido sulfúrico al 3%. Con el maquillaje, mi piel fue cayendo a tiras por el desagüe, probablemente debido a una reacción alérgica a la esponjita que Gina usó para embellecerme.
Conclusión final: Estoy en demasía contento por el primer informativo logrado, primero por el resultado global, y segundo por la responsabilidad que he puesto en él. Me encuentro ahora mismo muy motivado para seguir con la asignatura al 100%, en la que poco me importa acabar cada día a las 21:30 si van a ser todos tan agradecidos como el de ayer. Un Bravo para todos y nos vemos el jueves.




En la foto, de izquierda a derecha, Dolors Pujols, un servidor (malditos servidores), Sergi Cabeza, Alejandra Palés y Alba Fernández. Y sí, la he tomado prestada.

Aclaraciones

En disconformidad con la burguesía tecnológica de quien dispone una cámara Reflex SLR de 14 megapíxels, zoom digital de 8x y memoria interna de diez mil gigas, pido disculpas por la baja calidad audiovisual que puede presentar mi blog. Sería pertinente que un blog dedicado al mundo del televisor, televisoreara todos sus comentarios con numerosos vídeos ingeniosos. Pero no todos poseemos los medios para hacerlo. Así, con vuestro permiso, utilizaré las cámaras que se nos permite coger los días de taller para elaborar este contenido. Sea pues, los lunes y jueves, habrá ocasión para audiovisualidad. Aparte de algunos vídeos caseros que en una ocasión monté con el Windows Moviemaker y que por fin verán la luz.

domingo, 18 de enero de 2009

Y Dios creó la televisión. Y todos regocijaron.

Sobretodo los miopes como yo. Más tarde nos explicaron que televisión no era un superpoder y nos pidieron que volviéramos a ponernos las gafas otra vez. Aquel año hubo muchos accidentes de carretera. Pero entonces comprendimos que la televisión era mucho mejor que tener los ojos de elfo. Significaba la oportunidad de poseer un mundo tangible desde el sofá y opinar sobre él. Con la televisión, Dios nos hizo dioses a todos, pero más al periodista, a quien dio el don de la manipulación de esos todos (tono irónico, que nadie se ofenda). Han pasado más de 50 años y afortunadamente gozamos de excelentes órganos de control para asegurar el buen hacer del periodista todopoderoso, primero vigilandoles directamente, y más tarde controlando a esas entidades vigilatorias... hasta que finalmente acabamos suprevisando a aquellos que ya están controlando a los que nos vigilan. En fin, que el sistema funciona. Y yo, aún "protodiosmanipulador", me dispongo a pasar un nuevo control de calidad antes de empezar a informar como un loco. El taller de televisión. De Toni Esteve. Veremos qué ocurre.