sábado, 24 de enero de 2009

El daño que os hice yo

Perdonadme, oh, fiel público, por no ceñirme a mis propias promesas y no actualizar el bloc el jueves pasado, tal como dije. Os agradezco que no hayáis cedido a los impulsos, sin duda poderosos, de ajusticiarme a base de comentarios airados y amenazas diversas.
Pero el jueves me fue imposible escribir. Las labores de nuestra ENG, nuestra, digo, de Oriol Colomines y mía, fueron peliagudas. Y la tarde temprana fue cerniéndose sobre nosotros hasta convertirse plenamente en noche.
Debíamos componer el tema del día, siendo éste, tal como su descripción indica, libre de limitaciones temáticas mientras aconteciera dentro de la jornada de trabajo. Escogimos el Nombramiento del Héroe de Barcelona, una noticia sin duda romántica, prestada para suscitar una gran gamma de emotividades. Pero no quiero entrar en detalles, por estar ya detalles lleno. Mejor lo veis en el informativo.
Cargados con la cámara y el ligerrísimo trípode a las espaldas, llegamos a la redacción de BTV, donde se celebraba el evento. Una entrevista eficaz a manos de Oriol y un stand-up, espectacular, diría yo, adornado con imposibles movimientos de cámara y divertidos juegos focales, gracias a la habilidad del que suscribe, bastaron para configurar una pieza antológica.
Se colmó el 20% de la asignatura, qué manía nos ha dado a todos ahora con cronometrar el tiempo a porcentajes, ¿eh?, se colmó, decía, el 20% del taller de televisión con el aprendizaje del manejo de los instrumentos básicos, a demás del entreno mental para buscar el plano más pertinente en cada caso.
Valoración personal: ¿ya llevamos un 20%? qué desgracia. A banda de unos pocos minutos sin nada que hacer en la redacción, de nuevo encontré una tarde llena de objetivos, que terminaron más allá de las nueve, otra vez en estado eufórico por haberlos logrado, en compañía de mi buena amiga Rosa, siempre dispuesta a ofrecerse para ayudar cuando se la necesita. Espero que la edición del lunes pueda mantener el nivel mostrado.

Y para terminar, como muestra de agradecimiento a todos los que esperabais un vídeo colgado el jueves pasado, ofrezco al mundo una de mis creaciones audiovisuales más respetadas y laureadas, contándose sus premios internacionales por centenares, siendo los más significativos el Oscar a la mejor interpretación masculina dramática de 2006, Premio del Jurado en la sección oficial de Cannes a la mejor producción europea, Oso de Plata al mejor guión original y el Cecil B. DeMille a toda una vida dedicada al séptimo arte. Disfrutadlo.



El audio original contaba con excelentes melodias sonsacadas de El Señor de los Anillos, pero los chicos de Youtube han sido implacables. Por ello, escuchais una canción mucho menos efectiva.

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